
Responsabilidad, garantía, transparencia son algunos de los pilares que la respaldan
En los momentos tan complejos que vivimos alegra saber de la existencia de empresas que no solo no se contraen sino que son capaces de crecer y expandirse. Es el caso de Mecánica Venezuela, un conocido servicio profesional para el automóvil, que estando a punto de cumplir 40 años goza de un estado de salud envidiable
José Álamo es hijo del fundador y cabeza visible actual de Mecánica Venezuela, a quien su inquietud le llevó hace dos décadas a trasladarse a la capital de España con el fin de seguir evolucionando como mecánico, por lo que no dudó en presentarse a las puertas del prestigioso preparador Meycom y ofrecerse como un humilde aprendiz.
Al poco tiempo, Pepe Álamo dio muestras de una gran valía, lo que le sirvió para ir escalando puestos dentro del organigrama de Lucas Camacho y José Macías, quienes fueron depositando responsabilidades en el joven grancanario, el cual respondió con las aptitudes y nivel de profesionalidad requeridas en diversas modalidades del Campeonato de España de circuitos y rallies
Tras esta fase de formación, Álamo decide retornar a su tierra y tomar las riendas del pequeño taller fundado por su padre en el año 1973 -situado en la famosa Recta de Almatriche- poniendo en práctica los conocimientos y metodología atesorados tras su paso por la legendaria escudería de Paracuellos, granjeándose una merecida reputación tanto en proyectos de alta competición, como en el servicio de taller a particulares, especialmente en la resolución de reparaciones complejas sobre mecánicas sofisticadas.
A partir de ese pequeño taller con dos elevadores, José Álamo logra un gran respaldo por la eficacia y seriedad de su labor y la de su equipo de mecánicos, por lo que se plantea como meta a medio plazo trasladarse a unas instalaciones modernas y acordes al volumen de trabajo que va engrosando su cartera de clientes.
Para este proyecto, Álamo no duda en apoyarse en un joven al que vio crecer a su lado, Bentejuí Rodríguez -también conocido por “Willy”- cuyo empuje y capacidad de trabajo se erigen como el complemento perfecto y necesario para abordar un objetivo de esta envergadura, por lo que Álamo no duda en apoyar la formación del Bentejuí enviándolo durante un año a Meycom, con el fin de profundizar sus conocimientos en competición.
Tras su vuelta a Gran Canaria, el joven Willy Rodríguez se ha ganado la total confianza de su mentor, hasta el punto de que pasa a formar parte del accionariado de Mecánica Venezuela.
Diciembre de 2007, el gran paso
El 10 de diciembre de 2007, justo en el epicentro de la mayor crisis de la época reciente en España, Mecánica Venezuela da el soñado paso y se instala en la Urbanización Industrial de Los Tarahales, en una nave de 400 metros cuadrados, con nueve estaciones de trabajo y todas las comodidades y servicios para continuar su esmerada labor con mayor calidad, si cabe.
A Pepe Álamo y Willy Rodríguez le siguen acompañando en este ambicioso proyecto el resto del staff -otras seis personas- cuyo nivel de ilusión e implicación en la nueva etapa de Mecánica Venezuela les ha permitido alcanzar unas cotas de efectividad y volumen de trabajo difíciles de igualar.
Los pilares del éxito de Mecánica Venezuela se fundamentan en la calidad del servicio, garantía en reparación y repuestos, transparencia en todo el proceso de intervención y atención personalizada, dando cobertura desde flotas de empresa hasta clientes particulares; y desde vehículos comerciales, hasta utilitarios o deportivos de alta gama, estando especializados en reparaciones complejas, que van más allá de la simple sustitución de piezas y que requieren un profundo conocimiento de la mecánica actual, abarcando igualmente trabajos de mecánica rutinaria, como revisiones periódicas y cumplimentación del trámite de ITV, incluyendo el pre-chequeo y la propia comprobación en la estación oficial.
Clásica Venezuela y Clio Cup
En el año 2006, por la afición del propio “Willy” Rodríguez, Mecánica Venezuela se adentra en una especialidad en auge, como son los rallies de regularidad, modalidad en la que compiten vehículos clásicos, los cuales requieren de un mantenimiento y puesta a punto muy específicos, campo en el que los hombres de Mecánica Venezuela tienen un gran bagaje.
Lo que empezó como una forma de revivir el automovilismo de antaño se ha convertido en una importante rama del negocio para Mecánica Venezuela, una parte de cuyos beneficios retornan a la regularidad en forma de patrocinio a la prueba que lleva su propio nombre y que en la reciente edición ha marcado un antes y un después en esta emergente especialidad.
Por otro lado, el nombre de Mecánica Venezuela ha sido noticia en estos días tras el anuncio de la puesta en marcha de un proyecto bivalente, fundamentado en torno a la adquisición de un Renault Clio Cup 2010, que será pilotado en montaña por Bentejuí Rodríguez y en circuito por Alexis González, bajo el patrocinio del Concesionario Renault-Dacia, Rafael Afonso.
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